Reseña del CD: Fergus McCreadie, The Shieling

El álbum de Fergus McCreadie, “The Shieling”, continúa su exploración de las influencias del folk escocés a través del prisma del jazz moderno, presentando un sonido profundamente arraigado pero refrescantemente original. Grabado en un ambiente íntimo dentro de una cabaña remota en North Uist en las Hébridas Exteriores de Escocia, el álbum captura la sinergia en vivo del trío con notable claridad. McCreadie toca en un piano vertical, acompañado por David Bowden al bajo acústico y Stephen Henderson a la batería.

Desde los primeros compases de “The Wayfinder”, la música evoca la atmósfera accidentada de las Highlands a través de un enfoque pianocéntrico que se construye orgánicamente. La sensibilidad en el toque de McCreadie y las sutiles capas de elementos armónicos y rítmicos a lo largo de la pista marcan el tono de lo que sigue. La interacción dentro del trío brilla a través de composiciones como “Sparrowsong”, donde emergen líneas de contrapunto entre las manos del pianista, creando un tejido armónico denso pero transparente con Bowden y Henderson agregando complejidad textural a la pista sin eclipsar el papel del piano.

Momentos de amplitud y reflexión se representan hábilmente en piezas como “Lily Bay” y “Fairfield”, donde escasas contribuciones de bajo y batería subrayan las líneas líricas de McCreadie. Estas pistas encarnan una calma pastoral que contrasta con los momentos rítmicamente más asertivos del álbum. Los ritmos de danza tradicionales escoceses se invocan sutilmente en “Climb Through Pinewood”, donde una sensación de jig escocés emerge a través de un motivo rítmico que se abstiene de una mera replicación, sino que se transforma en un ritmo con inflexión de jazz que se siente arraigado pero contemporáneo al mismo tiempo.

La voluntad del trío de experimentar con estructuras repetitivas y ostinati, como se escucha en “The Path Forks” y “Ptarmigan”, amplía el alcance del álbum, introduciendo patrones hipnóticos que sirven como marco para la exploración melódica de McCreadie. Estas piezas ofrecen variaciones intrigantes en textura y forma sin sacrificar la sensibilidad melódica. “Windshelter” revisita las inspiraciones folk a través de gestos armónicos más implícitos, mezclándose perfectamente con el contexto de jazz del álbum.

Los elementos de percusión reciben especial atención a lo largo de la grabación. La forma de tocar la batería de Stephen Henderson sugiere texturas que recuerdan a instrumentos tradicionales como el bodhrán; en el comunicado de prensa no se indica si realmente se usó, pero si cierras los ojos y simplemente escuchas, ciertamente puedes olerlo. Este enfoque matizado añade una capa adicional de autenticidad rítmica, fundamentando las referencias folklóricas de la música y manteniendo al mismo tiempo la fluidez general del jazz.

“Eagle Hunt” se destaca por su apertura contemplativa, reforzada por una introducción de percusión que gradualmente avanza hacia un punto culminante, demostrando el dominio del ritmo y la narrativa del trío. El tema final, “The Orange Skyline”, ofrece finalmente una resolución lenta y meditativa, caracterizada por arreglos espaciosos y una tranquila dignidad. El sentido de lugar impregna la música, y las composiciones de McCreadie evocan las cualidades elementales del paisaje escocés, su terreno accidentado y matices atmosféricos, a través de la complejidad armónica y la sutileza rítmica.

El lado sonoro de la grabación también merece una mención específica. El tono del piano vertical se captura con notable fidelidad y encaja perfectamente con la vibra general de este álbum. Esta calidad de grabación invita a escuchar atentamente y recompensa la atención a la dinámica sutil, la articulación y la interacción del conjunto.

El viaje artístico de Fergus McCreadie queda claro al escuchar “The Shieling”, un álbum que se basa cuidadosamente en los puntos fuertes de sus discos anteriores, como “Cairn”, “Forest Floor” y “Stream”. La interacción dentro del trío está marcada por una comprensión y una capacidad de respuesta poco comunes que dan forma a la narrativa emocional de cada pista sin la necesidad de un dramatismo abierto.

El álbum evita cualquier espectacularidad o destello técnico, favoreciendo en cambio un desarrollo sostenido de texturas e intensidades sutiles. David Bowden en el bajo proporciona una presencia melódica anclada. La batería de Stephen Henderson es a la vez reflexiva y variada, y ofrece un apoyo matizado que sustenta al trío. McCreadie, sin embargo, está al frente y al centro, expresando una compleja mezcla de fragilidad y fuerza. Sus voces y fraseos revelan una profunda sensibilidad emocional y cultural.

Para los oyentes sintonizados con la intersección de la tradición popular y la modernidad, “The Shieling” ofrece un estudio matizado sobre el equilibrio entre arraigo e innovación. La dinámica mesurada, la inventiva armónica y la interacción rítmica del conjunto invitan a una postura de escucha comprometida y contemplativa. En lugar de abrir nuevos caminos con gestos estilísticos abiertos, el álbum sobresale por el refinamiento de sus ideas conceptuales y musicales.

En general, el álbum corrobora la progresión de Fergus McCreadie como voz líder dentro del jazz británico y más allá. “The Shieling” es un ejemplo convincente de la capacidad del jazz para absorber y reinterpretar lenguajes musicales con claridad, sutileza y profundidad emocional.

Póngase en fila:

Fergus McCreadie – Piano | David Bowden – Bajo acústico | Stephen Henderson – Batería

Listado de pistas:

“El Buscador de Caminos” (4:09) | “Canto del gorrión” (5:14) | “Bahía Lily” (5:37) | “Subir por el pinar” (5:17) | “Fairfield” (5:56) | “El camino se bifurca” (4:07) | “Refugio contra el viento” (3:26) | “Caza del águila” (6:43) | “Perdiz nival” (4:05) | “El horizonte naranja” (6:33)

Detalles de lanzamiento:

Fecha de lanzamiento: 24 de octubre de 2024
Formato: LP | CD | Digital
Sello: Edición Records.

Todas las fotografías de Dave Stapleton.