El arpa y la big band son una combinación complicada, como lo demostró la aparición de Brandee Younger en el festival más grande de Finlandia, el Festival de Jazz de Helsinki.
En la última década, Brandee Younger ha recuperado el arpa como instrumento solista de jazz, junto con Amanda Whiting, Iro Haarla y, más recientemente, Nala Sinephro. Todas ellas exploran el camino trazado por Dorothy Ashby y Alice Coltrane. Al igual que estas antecesoras, Younger combina un sonido de cuerda luminoso con sólidas dotes compositivas e improvisativas.
Ashby debutó como líder en 1957 y fue artista invitado con Freddie Hubbard, Stevie Wonder y Bill Withers y muchos otros, mientras que Coltrane grabó por primera vez con su marido a mediados de los 60 antes de una serie de álbumes clásicos después de su muerte.
El espíritu de aquellas antepasadas se cernió benévolamente sobre el espectáculo de Younger con un trío acústico en el Festival Flow de Helsinki en agosto de 2023, pero fue más apagado en esta aparición de regreso un año después con la Orquesta de Jazz UMO de Helsinki de 14 hombres.
El arpa de Younger ha sonado en muchos escenarios, desde bandas de jazz con figuras como Pharoah Sanders, Ravi Coltrane y Jack DeJohnette hasta apariciones de hip-hop con Beyoncé, Drake y Lauryn Hill, y con Pete Rock en su propio álbum 2023 Brand New Life. Pero la combinación con una gran banda poderosa resultó ser arriesgada.
Este espectáculo del Festival de Helsinki marcó la primera vez que Younger apareció con arreglos de big band de sus propias composiciones, así como piezas que había grabado de Ashby, Coltrane y Wonder.
La velada resultó ser un experimento interesante con resultados dispares. El arpa es un instrumento íntimo que necesita espacio para resonar, y eso es difícil de encontrar en un entorno orquestal. Con demasiada frecuencia, sus solos quedaron sepultados por la robusta sección de instrumentos de viento.
El problema fue la torpeza del director Ed Partyka, que arregló las nueve piezas junto con el pianista Artturi Rönkä y el contrabajista Oskari Siirtola. La velada fue un constante acto de equilibrio entre la delicadeza del arpa y el dinamismo de la big band.
Para colmo de males, el espectáculo se celebró en una carpa de festival urbano, un entorno que no es precisamente el ideal. Los técnicos de sonido hicieron lo mejor que pudieron, pero la mezcla fue irregular y nunca tuvo la acústica de una sala de conciertos que este proyecto merecía.
Entre los cuatro temas originales se encontraban “Respected Destroyer”, de su debut hace una década, y “Olivia Benson”, que Younger dedicó al recientemente fallecido guitarrista Russell Malone. En este último tema se incluyó un evocador solo de clarinete bajo de Max Zenger, el miembro más nuevo de UMO, mientras que el saxofonista tenor Manuel Dunkel estuvo exquisito en “Blue Nile”, la canción flotante de Alice Coltrane. Por lo demás, la mayoría de los solistas de la banda ofrecieron contribuciones bastante rutinarias y predecibles.
Younger hizo lo mejor que pudo para hacerse escuchar, deslumbrando en los momentos en que Partyka controló las secciones de instrumentos de viento y le dio espacio respaldada solo por un cuarteto moderado y flautas, como en “Running Game” de Ashby y en su propio “Moving Target”.
El bis fue perfecto: “If It’s Magic” sonó tan celestialmente como el original de Ashby en Songs in the Key of Life de Wonder, tan cerca del sonido del cielo como la mayoría de nosotros jamás podremos escuchar.
Todas las fotografías son de Julius Konttinen.