Pocos artistas son conocidos por traspasar los límites de sus instrumentos tan lejos como Daniel Herskedal. Su último lanzamiento, “Call for Winter II: Resonance”, es una continuación de su proyecto solista “Call for Winter” y sirve como una exploración convincente de las posibilidades sonoras de los instrumentos de metal en un contexto solista.
Herskedal, conocido por su enfoque innovador de la tuba y la trompeta baja, ha elaborado un álbum que desafía la categorización fácil. Combinando elementos de música clásica, mundial e improvisada, “Resonance” presenta un paisaje sonoro que es a la vez familiar y de otro mundo. El álbum fue compuesto y grabado de forma aislada, con Herskedal retirándose a una cabaña remota en las montañas noruegas cerca de Røros, cerca de las zonas de pastoreo de renos sami. Este escenario, con su paisaje desolado y expansivo, ha influido claramente en el resultado musical, aunque quizás no de la forma que cabría esperar.
Dado el título del álbum y las circunstancias de su creación, uno podría anticipar un sonido oscuro, frío y austero. Sin embargo, Herskedal subvierte estas expectativas y ofrece una obra sorprendentemente cálida, lírica y, en ocasiones, incluso edificante. Este contraste entre el estado de ánimo percibido y real del álbum es uno de sus aspectos más intrigantes, que desafía a los oyentes a reconsiderar sus ideas preconcebidas sobre cómo debería sonar la “música de invierno”.
El álbum se abre con una pista que inmediatamente marca el tono de lo que está por venir. Herskedal hace un uso juicioso de técnicas de sobregrabación y looping, superponiendo sus instrumentos de metal para crear un tapiz sonoro rico y multifacético. La adición de un ritmo sutil proporciona una base rítmica que ancla los elementos más etéreos de la composición. Este enfoque es indicativo de la voluntad de Herskedal de adoptar técnicas de producción modernas manteniendo al mismo tiempo la calidez orgánica de sus instrumentos acústicos.
A lo largo de “Resonance”, Herskedal demuestra una extraordinaria habilidad para extraer una amplia gama de sonidos y texturas de su tuba y trompeta baja. Su control sobre estos instrumentos es notable, lo que le permite producir tonos que van desde drones profundos y resonantes hasta delicadas melodías parecidas a flautas. Esta versatilidad es clave para el éxito del álbum, ya que permite a Herskedal crear una experiencia auditiva diversa y atractiva utilizando una paleta instrumental limitada. Muchas de las piezas de “Resonance” tienen una calidad claramente vocal, con frases que parecen respirar y fluir de una manera que imita los patrones del habla humana. Este enfoque aporta una profundidad emocional a la música que de otro modo sería difícil de lograr sólo con instrumentos de metal.
Una de las pistas más destacadas del álbum es “Hope”, que ejemplifica la capacidad de Herskedal para infundir cualidades cinematográficas a su música. La pieza transmite una profunda sensación de melancolía, pero hay una corriente subyacente de optimismo que se alinea con el tema general del álbum: la resiliencia frente a la inestabilidad global. Es fácil imaginar esta canción acompañando una escena conmovedora de una película, tal es su poder evocador.
La calidad de producción de “Resonance” es excelente, con una claridad y profundidad que permite al oyente apreciar plenamente los matices de la interpretación de Herskedal. El uso de reverberación natural, probablemente realzada por la acústica de la cabina, aumenta la sensación de espacio y atmósfera del álbum. Esta atención al detalle sonoro es crucial en una obra que depende tanto de la textura y el timbre.
Vale la pena señalar que “Resonance” no es un álbum que revela todos sus secretos en la primera escucha. Como muchas obras de arte abstracto, requiere paciencia y una mente abierta para apreciarla plenamente. Esto no es música de fondo ni fácil escucha; exige la participación activa del oyente. Aquellos que estén dispuestos a invertir tiempo y atención encontrarán una experiencia rica y gratificante que continúa desarrollándose con escuchas repetidas.
La naturaleza abstracta del álbum y la falta de estructuras de canciones tradicionales pueden resultar un desafío para algunos oyentes. Aquí no hay ganchos pegadizos ni melodías fácilmente memorables. En cambio, Herskedal ofrece una serie de exploraciones sonoras que desdibujan la línea entre composición e improvisación. Este enfoque permite momentos de sorpresa y descubrimiento genuinos, pero también puede dejar a algunos oyentes sintiéndose a la deriva sin puntos musicales familiares que los guíen.
Uno de los aspectos más impresionantes de “Resonance” es cómo Herskedal logra mantener el interés y el impulso a lo largo del álbum utilizando sólo dos instrumentos. Esto habla de su habilidad como compositor e intérprete, así como de su profundo conocimiento de las posibilidades sonoras de los instrumentos que eligió. La variedad de tonos, texturas y estados de ánimo que logra es notable, especialmente considerando la paleta limitada de la que dispone.
El enfoque temático del álbum en la esperanza y la resiliencia frente a la inestabilidad global le da una relevancia oportuna. Si bien la música en sí es en gran medida abstracta, hay una corriente emocional subyacente que parece reflejar la compleja mezcla de ansiedad y optimismo que caracteriza nuestro momento actual. Esto añade una capa extra de profundidad a la experiencia auditiva, invitando a los oyentes a proyectar sus propias experiencias y emociones en la música.
“Call for Winter II: Resonance” se ubica cómodamente en la intersección de varias tradiciones musicales. Se inspira en la música clásica en su atención a la forma y la textura, en las músicas del mundo en su uso de escalas y ornamentaciones no occidentales, y en el jazz en su énfasis en la improvisación y la expresión personal. Esta combinación de influencias da como resultado un sonido exclusivo de Herskedal, que desafía la fácil categorización. Si bien es indudable que es una escucha desafiante, no alienante. La música de Herskedal invita al oyente a entrar, fomentando la exploración y la contemplación en lugar de mantenerlos a distancia con una dura disonancia o una abstracción extrema.
Para los oyentes familiarizados con el trabajo anterior de Herskedal, “Resonance” representa una progresión lógica de su visión artística. Se basa en las bases establecidas por el primer álbum “Call for Winter”, adentrándose más en el territorio de la interpretación en solitario y la exploración sonora. Al mismo tiempo, mantiene los elementos centrales que han definido el estilo de Herskedal: un enfoque en la melodía, un sentido cinematográfico de la atmósfera y una profunda conexión con el mundo natural.
En conclusión, “Call for Winter II: Resonance” es un álbum convincente y que invita a la reflexión que muestra el crecimiento continuo de Daniel Herskedal como compositor e intérprete. Ofrece una experiencia auditiva única que desafía las ideas preconcebidas sobre lo que se puede lograr con instrumentos de metal en un contexto solista. Si bien puede que no sea del gusto de todos, aquellos que estén dispuestos a involucrarse con su enfoque abstracto y atmosférico encontrarán mucho que apreciar en su profundidad, complejidad y resonancia emocional. Herskedal ha creado una obra que invita a la escucha repetida, revelando nuevas capas de detalles y significado con cada encuentro. Al hacerlo, ha consolidado aún más su posición como una de las voces más innovadoras e interesantes de la música experimental contemporánea.
Puede encontrar más información en el sitio web de Edition Records.
Listado de pistas:
Convocatoria para el invierno II | 2. ¿Es el sol de medianoche el mismo sol? | 3. Esperanza | 4. Montaña Blanca | 5. Amanecer Gæjkedh-vearelde | 6. Caminando por las nubes | 7. La Estrella del Norte | 8. Mi hijo | 9. La inclinación del eje | 10. Descongelación del permafrost | 11. Ziir
Fecha de lanzamiento: 27 de septiembre de 2024
Formato: CD | LP | Transmisión
Sello: Edición Records